Hotel situado muy cerca del centro de Arlés. 10 minutos lo separan caminando/rodando.

Su estado es muy bueno, áreas comunes modernas y ambientadas con un toque cinematográfico. Dispone de parking privado gratuito con varias plazas de PMR; en su entrada hay una rampa y un elevador al aire libre, algo muy curioso. En la zonas comunes (planta baja) está el restaurante con la zona de desayunos y la piscina que puede ser cubierta en función de la estación del año, se podía acceder a ella pero no vi que fuera accesible (faltaba la grúa elevadora).

La habitación adaptada se encuentra en la primera planta que se accede a través de un amplio ascensor, como se puede ver en las fotos es muy amplia y con una tercera cama para su uso (niño o adulto).

El baño es amplio y bien equipado tanto con barras como la silla para la ducha. Quizás el espejo algo algo elevado para mi gusto.

En general un hotel super recomendable en Arlés con el parking propio que le da un plus extra si vas en vehículo propio.