Muy cerca de Pamplona, a tan solo 9 kilómetros, se encuentra el museo del famoso y controvertido artista guipuzcoano Jorge Oteiza (Orio). Su obra escultórica y su pensamiento vanguardista lo han convertido en una de las figuras más influyentes del arte vasco.
Tenía muchas ganas de conocer este museo, ya que Oteiza, aunque quizá no sea tan reconocido como otros artistas, posee una obra fascinante que, conforme la vas descubriendo, despierta el deseo de profundizar más en ella.
Por casualidades de la vida, el día de nuestra visita la entrada era gratuita (Viernes). Además, al ser un día entre semana, pudimos disfrutar del espacio casi en soledad, compartiendo la experiencia con apenas media docena de visitantes.
El museo se encuentra ubicado en el pequeño pueblo de Alzuza, donde se afincaron Oteiza y su familia. Su ubicación es muy peculiar, ya que está situado en una «colina». Mientras asciendes, localizas el museo fácilmente. Al principio, el edificio visto desde la distancia no parece especialmente llamativo, pero cuando te aproximas, descubres detalles que, tanto en su interior como en el exterior, lo convierten en algo verdaderamente único. Tanto el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza como el propio Oteiza trabajaron meticulosamente en el estudio de las luces y aberturas del edificio para otorgarle esa atmósfera interior tan especial.

Como os decía, el museo se encuentra en un alto, y la zona del parking está dividida en dos zonas: vamos a llamarle la baja y la alta. En la baja está el parking principal (coche, autobuses, etc.), y la alta, que está a pie de entrada del museo, es donde están ubicadas las plaza de PMR y unas cuantas plazas de coche reservadas.
El museo está pegado al caserío original donde vivíeron parte se su vida Oteiza y su mujer Itziar. Os cuento esto porque el museo está dividido como en dos visitas: primera y principal, la Zona del museo, donde se puede ver las obras de Oteiza, y la segunda es una visita de parte de su caserío o vivienda, así como su estudio, donde daba vida a parte de sus obras y hacía sus investigaciones.
- Zona Museo: Al entrar por la puerta de piedra original de la casa y una vez pasada la taquilla, llegas al edificio nuevo y te das cuenta de lo especial que es este edificio. El hormigón, en su mayoría visto, tiene un color naranja rosado que lo convierte en un lugar acogedor, eliminando esa frialdad que transmite el hormigón sin tratar. El edificio está dividido en diferentes plantas: la inferior alberga exposiciones itinerantes de diversos artistas; la planta de entrada y la primera planta están dedicadas a las obras de Oteiza, así como a su impresionante biblioteca. Existe la posibilidad de utilizar rampas para desplazarse por su interior, aunque también dispone de ascensor. Si lo visitaís en silla de ruedas, os llamarán la atención muchos detalles, pero sin duda el que más me impactó fue la altura de las ventanas en las paredes, que nacen en su gran mayoría desde el suelo. Parecía como si estuvieran diseñadas para ser vistas por usuarios de silla. No sé si el artista en aquella época ya utilizaba silla de ruedas o si querían conseguir esa entrada de luz desde el suelo; seguramente sería lo segundo… quién sabe. Si tenéis la suerte de visitar el museo en un día soleado, podréis ver cómo las entradas de luz atraviesan sus obras dándoles vida a gran parte de ellas. Recuerdo un comentario que me hizo un trabajador del museo diciéndome que el museo cambia completamente de la mañana a la tarde por el simple hecho de las entradas de luz. Entre las obras podréis encontrar las réplicas de los famosos apóstoles de la Basílica de Arantzazu, las desocupaciones de diferentes prismas y esculturas, así como el famoso Laboratorio de tizas.








- Zona vivienda: Es un edificio anexo al nuevo museo, pero para acceder a él hay que salir hacia la entrada del parking superior y bajar por una rampa. Me comentaron que están trabajando para darle una solución a este problema y hacerlo más fácil; la única limitación que le vi era que, si llovía, te quedas al aire libre sin resguardo. Dentro de su vivienda han instalado tanto rampas como un elevador que te permiten acceder a todas las zonas visitables. En la entrada tienes la posibilidad de ver vídeos sobre la vida artística de Oteiza y cómo concebía su obra y el porqué de sus creaciones; tenía un pensamiento muy avanzado para la época en la que vivió. Creo que Oteiza influyó considerablemente en la obra de muchos artistas vascos de su entorno, ya que fue un pionero en lo que él denominaba la desocupación del espacio y el estudio de los volúmenes.






Es un museo perfectamente accesible para perderse. Es un claro ejemplo de que, dándole un poco al coco, se pueden solucionar muchos problemas de accesibilidad.
- Cuenta con parking en la zona alta (1 plaza reservada para personas con movilidad reducida).
- El museo principal cuenta con baños completamente accesibles.




Como único inconveniente, destaco el recorrido que hay que realizar para desplazarse entre el museo principal y la vivienda de la familia Oteiza. El resto de las instalaciones bajo mi punto de vista cumplen perfectamente con los estándares de accesibilidad.
- Página web oficial del Museo Oteiza: www.museooteiza.org



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